De la pasión al Amor

Una de las preocupaciones que suelen aparecer de forma recurrente en las sesiones es la sensación de haber perdido el amoro “ya no siento lo mismo que antes”.

Creo que es necesario aclarar algo sobre el tema pues los medios de comunicación y el cine están contribuyendo a una gran confusión y ésta a conflictos en las relaciones de pareja.

La mayor parte de las parejas confunden el estado de enamoramiento inicial o pasión con el verdadero amor.

Hay una lucha entre los distintos profesionales sobre la duración del amor pero esta lucha se debe a la mala utilización de ambos conceptos.

La duración del amor y enamoramiento

El Amor puede no sólo durar toda la vida sino que el Amor puede enriquecerse con el tiempo, eso sí, si la pareja funciona. Lo que tiene fecha de caducidad muy escasa es el enamoramiento inicial o pasión. El motivo de esta escasa vida es una cuestión de supervivencia.

Seguramente que recuerdes alguna vez en la que has estado enamorado o enamorada. Es ese estado caracterizado por la euforia  desmedida, emoción fogosa y totalmente contradictoria en la que idealizamos al otro. Parece que las mariposas que revoletean arriba y abajo por tu estómago te nutrieran y desaparece el hambre. Es normal que todos deseemos este estado, es como si nos pusieran unas gafas que cambian de tonalidad todos los problemas y los transforman en pequeños inconvenientes, todo deja de tener importancia porque nuestra atención está centrada en nuestro enamorado o enamorada.

El impacto del enamoramiento en nuestro cuerpo

¿Te imaginas meses y meses en esta situación?, seguro que la respuesta es sí pero si tenemos en cuenta que esto conlleva cambios fisiológicos también en los que se incluyen elevación de la tensión, ritmo cardiaco y respiratorio, desorden hormonal, modificación de la temperatura corporal. Percibirás que esta etapa trae consigo un desequilibrio fisiológico y como es deducible por lo explicado anteriormente, también un desequilibrio emocional.

Una vez dicho esto, imagino que comprenderás por qué tan sólo puede durar unas semanas, cuya cuantía depende de las circunstancias de la pareja y, obviamente, de cada uno de sus integrantes.

Es posible que estés pensando en la relación de algunos conocidos, incluso la tuya misma, en la que estos tiempo se han visto muy incrementado a meses o incluso años. Esto es debido a la “ambigüedad” o “incertidumbre de la relación” y esto genera interés. Por este tipo de relaciones me refiero a aquellas que están en la cuerda floja de forma constante, en la que se ve peligrar la estabilidad de la misma. Por una parte son muy dolorosas con constantes amenazas de ruptura pero también generan mucha emoción y pasión en las reconciliaciones.

Atención a las relaciones ambigüas

Si estás pensando en hacer que tu relación adquiera un carácter de “ambigüedad” para que perdure la pasión, no te lo recomiendo ya que hay mucho más sufrimiento que alegrías pero lo que mantiene “enganchado”  a estas relaciones suelen ser otro motivos que responden a conflictos internos de uno o ambos miembros de la pareja. Suelen ser tremendamente dañinas en el momento en que se viven y dejan secuelas difíciles de reparar.

No quiero asustarte con todo lo dicho hasta ahora, tan solo quiero que tomes conciencia de esta realidad y no te sobresaltes si notas algún cambio en tu relación.

Las etapas del amor

El amor un sentimiento que pasa por diferentes etapas y el enamoramiento es la primera pero no la única. Después de varias semanas intensas de gran pasión y obnubilación, ésta se mitiga y se transforma en una etapa mucho más sosegada caracterizada por la comprensión, el entendimiento, complicidad, sentimiento y bienestar, es el amor real o puro.

En esta etapa, esa idealización propia de la anterior empieza a modificarse y comenzamos a ver a nuestra pareja de un modo más real. Comenzamos a darnos cuenta cómo gran parte de lo que nosotros percibíamos del otro respondía a nuestras expectativas, necesidades y anhelos. Y esos mecanismos inconscientes de atracción dejan de actuar para dejar que nuestro consciente lleve el protagonismo.

Como podrás comprobar, este nuevo estado de amor  más sosegado es el que nos permite el que debemos perseguir, uno en el que sintamos a nuestro compañero o compañera  de un modo más racional y cercano y que tengamos el control de todo nuestro sistema emocional.

Lamentablemente, muchas personas, tras tanto bombardeo en el cine y en los medios de comunicación haciéndonos ver maravillosas parejas que durante años viven de un modo apasionado, esperan que su relación sea en los mismos términos, pero olvidamos que esto no sólo no es real, sino que también es contraproducente para nuestra salud física y mental.